viernes, 8 de febrero de 2013

REALIDAD O FICCION

Cuales aventureros Ulises, nuestra sociedad se haya sumida en su propia odisea farmacéutica.
Es difícil distinguir lo que es valido de lo que no.
Este artículo amigos míos, no trata de aseveranzas o desmentidos, sino de dar luz a lo que ya por su colorido, luz tiene.


Desde muy temprano, en la historia del deporte y la salud el hombre ha buscado mecanismo para fortalecer el cuerpo, la estructura muscular humana. Razones por las cuales lo estudiosos se han aventurado en aciertos y desaciertos.
En 1970, el inventor Komp creo una cinta de algodón con un adhesivo acrílico, a las cuales denominó "Adhesive Tape Products", las mismas estaban destinadas a atletas o a personas con trastornos físicos.
Dicho invento, tal vez, por no gozar de la aprobación de la comunidad médica o por falta de conocimiento popular, quedó dormido en el tiempo siendo rescatado años mas tarde por el quiropráctico Kenzo Kase en 1996.


Dicho profesional defendía y defiende, que tal artilugio, tenia y tiene la capacidad de curar la fatiga muscular, las agujetas, facilitar la propiocepción, la reducción de edemas y de aumentar el riego sanguíneo.
Los vendajes se deben de aplicar con el músculo estirado, vendando de origen a inserción. Dichas formas son variadas; de I en músculos pequeños o lineales, Y músculos grandes y X para grandes y largos, destacando los de estrellas o tela de araña.


Dichas aplicaciones generan efectos de apoyo a la recuperación muscular y articulaciones lesionadas, aumentando el flujo linfático y sanguíneo en la zona tratada. Efectos que no están afirmados científicamente, dejando una puerta abierta al placebo y por consiguiente al sosiego de la zona a tratar.
Situación de discrepancia que genera que no pocos estudiosos duden de las cualidades del artilugio del Dr. Kase, el cual defiende los beneficios del vendaje neuromuscular a nivel circulatorio, fascial, neurológico, linfático, ortopédico...etc, aunque admite que no hay suficientes estudios que confirmen tales beneficios.

Pero sino hay suficientes estudios, ¿" por que se ha extendido a escala universal la comercialización de los mismos"?
Pregunta que origina un debate que va mas allá de lo meramente farmacéutico o medicinal, ¿nos hemos convertido en conejillos de los grandes Holdings empresariales? ¿ El efecto espejo nos ha nublado el sentido lógico del raciocinio? ¿Son los colores(rojo y negro: para lesiones articulares o musculares, azul: para problemas circulatorios o carne para tratar todas las patologías)realmente efectivos o simplemente poseen un poder hipnótico?


¿Necesitamos el placebo como medicina para el estrés, buscando en aquello que nos es atractivo, remedio para nuestros males?
Realidades estas, que nadie se atreve a aclarar, ni tan siquiera el propulsor de tan popular artilugio, pero que hacen que nuestras mentes se mezan entre el convencimiento, la resignación o la duda.

Mª ISABEL

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